Independientemente de nuestras características, ya sean nuestra procedencia, etnia, género, orientación sexual, creencias, aspecto físico, trabajo, etc… todos somos parte de la misma especie y tenemos en común más cosas de las que nos pueden separar y nadie es propiedad de nadie.
Dicho esto, para mí, una característica en particular de una persona, no la define en su totalidad. Las personas raramente somos estereotipos sociales. Detrás de cada persona hay una historia única y no somos nadie para juzgarla sin conocerla.
Cada persona tiene derecho a elegir cómo quiere vivir su vida sin que nadie se meta de por medio opinando sobre ello o hurgando en su privacidad.
Y la clave es el respeto. Respetar al otro y que el otro te respete a ti. Si ves que lo que otra persona hace no te perjudica a ti ni a nadie, respeta su decisión. Y cuando tú decidas hacer algo con lo que vibras y no haces daño a nadie, que respeten tu decisión. Y muy importante: sobretodo respétate a ti. Respeta tu propia decisión.
Porque a veces, nosotros mismos nos ponemos tantas etiquetas encima que creemos ser algo distinto a lo realmente somos y no nos percibimos con sinceridad, no vemos nuestra propia esencia. Y descubrir cómo somos en esencia es lo que nos dirá quienes somos.
Y a partir de ahora, en este blog os iré descubriendo, poco a poco, cosas sobre la persona que soy yo. Hablaré, entre otras cosas, sobre mi trabajo, mi sexualidad, expondré mis conocimientos, mi experiencia y en definitiva hablaré de todo lo que me apetezca.
Os espero!
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