Me gusta dar siempre lo mejor de mi misma en todo lo que hago. Me gusta hacer las cosas bien, dándoles la dedicación y la atención que se merecen. Y eso lo llevo a todos los aspectos de mi vida, incluido mi trabajo.
Por este motivo, el método de contacto que he elegido es el e-mail y ahora te voy a contar por qué:
Cuando empecé a ofrecer citas de forma presencial como acompañante, tenía como método de contacto un teléfono al que podía llamar quien quisiera informarse y solicitar un encuentro. Recibía llamadas durante todo el día (incluida la noche y madrugada) y aunque especificara un horario de atención, era ignorado totalmente. ¡Qué bien estar tan solicitada! ¿verdad? Nada mas allá de la realidad. La gran mayoría de estas llamadas buscaban saciar su curiosidad preguntando qué hacía y qué no, cuales eran mis límites, que pedía a cambio,… y muy pocos eran los que de verdad estaban interesados en tener un encuentro real. Esto hizo que yo acabara memorizando un texto con toda mi información, que directamente decía de forma automática. Y eso no me gustaba,… sentía que no encajaba con el trato que quería ofrecer.
Atender a estas llamadas me desgastaba y era una inversión de mi tiempo que no estaba dispuesta a seguir dando. Ya no era solo atender la llamada, si no estar disponible para atender la llamada, cosa que limitaban las otras áreas de mi vida.
Por eso, empecé a usar el e-mail como método de contacto. Para mí, ha resultado ser un método más íntimo y que vibra más conmigo.
Con el e-mail, leo detenidamente cada propuesta y petición, respondo a todas aquellas que son respetuosas conmigo, dedicándole el tiempo y el mimo necesario, de forma personalizada, clara y sin juicios.
De este modo el e-mail se aleja del mero carácter informativo y se convierte en el inicio de la experiencia.
Me enfoco en aquellas personas que de verdad están interesadas y dedican su tiempo a contarme cuál es la experiencia que les gustaría vivir conmigo.
Me gusta dar lo que recibo.
Y si lo que buscas está fuera de mis posibilidades, te lo diré desde un primer momento para que puedas seguir buscando tu experiencia deseada.
Porque tu tiempo, como el mío, es valioso.
Por eso, si lo que buscas es concertar una cita conmigo, he creado un formulario pensado para facilitar nuestro primer contacto. En él, te pido información que yo considero importante que respondas para que se pueda dar nuestra cita.
En definitiva, cada persona que se dedica a lo mismo que yo, tiene su método de contacto y este es el mío. Ni mejor, ni peor que otros, si no el que yo he elegido.
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