Muchos me preguntáis cómo es mi dÃa a dÃa, si tengo alguna rutina.
El caso es que en mi dÃa a dÃa mi rutina es variable.
Hay dÃas en los que empiezo a las seis de la mañana, porque tengo compromisos de trabajo temprano. Otros dÃas, si he tenido que trabajar por la noche, mi dÃa comienza más tarde. Pero lo habitual es que comience a las ocho de la mañana.
Cuando me despierto, me gusta empezar el dÃa con música. Ponerme los cascos, desnudarme frente al espejo, mirarme, desearme y darme los buenos dÃas. Me gusta que el deseo esté presente y aunque me sienta cansada, dentro de mis posibilidades, busco conectar con mi sexualidad. Porque sé que eso ayuda a que mi cuerpo se relaje y pueda comenzar mejor el dÃa.
Y después de ese momento de conexión, es hora de desayunar. De todas las comidas del dÃa, el desayuno es para mà la más importante y mi favorita. Mi desayuno recurrente es un buen café con bebida de avena acompañado de unas tortitas integrales o unas tostadas integrales con aguacate, huevos o queso de burgos y mermelada.
Después me tomo mi tiempo para prepararme, cuidar de mi piel, peinarme, elegir mi outfit y vestirme.
Como muchos sabéis tengo dos preciosos bebés. Cata, mi hija perruna y Simba, mi hijo gatuno.
Ellos también necesitan tiempo de dedicación. Ambos demandan atención y cariño, cada uno a su manera. Por lo que después de prepararme, Cata y yo damos nuestro primer paseo del dÃa.
Cuando vuelvo a casa, dedico el resto de la mañana a trabajar con el ordenador: contesto a las propuestas de trabajo que recibo, organizo los trabajos ya pactados, busco ideas y fechas para la creación de contenido y trabajo mis redes sociales. Todo esto lo compagino con mis clases de balletfit, yoga, inglés y canto. También están mis compromisos laborales que me ocupan una indeterminada cantidad de tiempo, en los que son tan importantes la preparación como el propio trabajo. Todo esto se puede dar tanto por las mañanas como por las tardes. Y cuando sucede en las mañanas, adapto mi rutina para poder hacer todo.
Haga lo que haga, todo lo hago con dedicación y mimo. No sólo le dedico tiempo a mi trabajo, si no también a mis estudios, a conectar con mi sexualidad y a otras cosas que también me importan.
Aunque tenga un dÃa muy atareado, siempre busco tanto un momento para descansar como para volver a conectar con mi sexualidad. Les doy mucha importancia porque me ayudan a dar lo mejor de mÃ.