En su esencia, la sexualización es una forma de expresarse a través de la energía sexual. Es una actitud. Como consecuencia, cuando te expresas a través de la energía sexual, atraes, tanto de forma directa como indirecta.
Yo me expreso a través de la sexualización, porque tiene que ver con mi esencia.
Pero no siempre fue así. Sinceramente, no fue algo fácil de aceptar. Tenía muchas creencias y miedos que me limitaban, que me decían que aceptar esto (mi manera de expresar quien soy) era peligroso para mi (según la sociedad podía ser responsable de lo que me pudiera suceder si me sexualizaba).
¿Pero que tenía que hacer?, ¿Dejar que la sociedad me reprimiera?, ¿Porque yo sea así, soy responsable de que alguien venga a hacerme algo sin mi consentimiento? Rotundamente no. Que a mi, como persona, me guste sexualizarme, no significa que tenga que estar a merced de otros, sin mi consentimiento o que me menosprecien o me traten mal.
Con el tiempo, acepté que era algo natural en mi y aprendí a quererlo, a disfrutarlo.
Me di cuenta de que no tengo por qué avergonzarme de lo que soy.
En realidad me tengo que sentir orgullosa de poder disfrutarlo.
Me gusta sexualizarme porque conecto con mi esencia.
Me gusto a mi misma, me gusta mi cuerpo y no quiero ocultarlo.
Ese deseo empieza en mi y lo proyecto al exterior.
Sentirme deseada, me hace sentir bien. Me gusta sentir esas ganas hacia mi,…
Sé que provoco deseo y me gusta provocarlo.
Me gusta atraer la atención por mi belleza.
Al sexualizarme, me convierto en arte erótico y eso me gusta.
Me admiran porque algo en mi les atrae y me alimento de esa energía.
Me desean, pero yo decido con quien quiero ir mas allá, a quien quiero complacer y cómo.
Soy un ser de deseo, un ser que desea. Viene de mi y fluyo con ese deseo.
Para mi, es arte en mi día a día. Lo vivo y lo disfruto.
Comments